13/01/201613 de Enero de 2016

La adicción al cristal es una de las dependencias más comunes entre los pacientes que acuden a las clínicas de desintoxicación en Valencia como la nuestra. De hecho, esta droga se ha convertido en la estrella de la noche entre los más jóvenes, ganando la batalla a otras mucho más “tradicionales” como la cocaína. La mayoría de los mortales se pierde entre la gran proliferación de drogas de diseño que ha habido en los último años, por eso hoy nos gustaría aprovechar este espacio para aclarar la relación que existe entre el éxtasis (pastillas) y el cristal (polvo).

Al contrario de lo que muchas personas piensan cuando hablamos de éxtasis y de cristal, nos estamos refiriendo al mismo tipo de droga: la metilenedioximetanfetamina, también conocida como MDMA. A día de hoy, son muchos los jóvenes que piensan que cuando consumen éxtasis están consumiendo una cosa distinta al cristal, sin embargo la única diferencia real está en los adulterantes con los que cortan estas sustancias y en el formato que presentan.

Como expertos en el sector de las clínicas de desintoxicación en Valencia sabemos que el éxtasis se comercializa en forma de pastillas con diferentes colores y dibujos identificativos mientras que el cristal o 'M' se vende como un polvo de color blanco amarronado que se consume “mojando” el dedo en él o disuelto en la bebida. En definitiva, el cristal, droga de moda, es el éxtasis de siempre pero un poco más puro, en polvo y envuelto en una bolsita de plástico para ser comercializado de forma más cara y en gramos.

Y ¿a qué se debe el paso a este nuevo formato? Aunque el consumo del éxtasis se popularizó en los años 90 y siempre estuvo asociado con la música techno, el cristal aparece como una nueva fórmula para ampliar el mercado: su consumo es mucho más genérico y no se asocia a movimientos culturales o musicales concretos. Al final, los grandes beneficiarios han sido los traficantes que han ganado cuota de mercado vendiendo una droga a mayor precio pero que les sale más barata al no tener que mezclarla con azúcares o similares.

En cuanto a sus efectos, estamos ante los mismos efectos que tiene el MDMA, unos efectos que ya te hemos contado en uno de nuestro anteriores posts y contra los que seguimos trabajando en Llaurant La Llum.